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El Tesoro Mexicano. Estudios y perspectivas de investigación en Italia y México

El llamado Tesoro Mexicano, es una extraordinaria antología documental de botánica, zoología y mineralogía de México reunida, a partir de 1570, por orden del Rey de España Felipe II. El coordinador de la empresa, Francisco Hernández, tardó siete años en recopilar su monumental tratado sobre la naturaleza del Nuevo Mundo.

Como parte de la serie de seminarios México / Italia. Quinientos años de dialogo cultural, INAH, la Accademia dei LIncei, la Embajada de Italia y el Instituto Italiano de Cultura presentan el encuentro El Tesoro Mexicano. Estudios y perspectivas de investigación en Italia y México que tendrá lugar los días 23 y 24 de septiembre y que se podrá ver en directo a través de los canales de youtube de INAHTV y Instituto Italiano de Cultura México a partir de las 09:00 a.m.

El seminario, que será inaugurado por el Embajador de Italia Luigi De Chiara, contará con la presencia de expertos de la Accademia dei Lincei, de la Humboldt Universitaet de Berlín, de la UNAM, de la UAEM y del INAH.

El Tesoro Mexicano, o Tesauro Rerum Medicarum Novae Hispaniae, es el resultado del viaje a la Nueva España de Francisco Hernández, Protomédico del Rey de España Felipe II, quien lo envió a México en 1570, encargándole estudiar la naturaleza, con especial énfasis en aplicaciones médicas de plantas. Durante siete años, el médico español ha recorrido el país recopilando información sobre plantas, animales y minerales y recopilando un vasto herbario y una extraordinaria base de datos.

Con la ayuda de excelentes artistas indígenas, durante su estadía en la Ciudad de México, realizó cientos de dibujos de plantas y animales, dejando un legado extraordinario que documenta la fauna y flora del Nuevo Mundo. A su regreso a España, los consejeros del rey mostraron poco interés por la obra y decidieron conservarla en la biblioteca del Escorial, encargando a otro médico, el italiano Leonardo Nardo Antonio Recchi, una edición reducida limitada a plantas con propiedades terapéutica, según el objetivo inicial de la misión de Hernández. Ni siquiera esta segunda versión se consideró digna de publicación.

Cuando Recchi regresó a Italia en 1589, trajo consigo una copia del manuscrito y dibujos que despertaron admiración y asombro. Con su muerte, el manuscrito pasó a manos del heredero y nieto, quien, hacia 1610, lo entregó a Federico Cesi, el joven fundador de la Accademia dei Lincei. Cesi se dedicó inmediatamente a planificar la impresión y difusión del manuscrito, encargando su exégesis y comentario a un grupo de especialistas en botánica y zoología. Por su parte, Cesi, además de cuidar las obras, se ha dedicado a promocionar el manuscrito y financiar su impresión. En 1628, la obra por fin se imprimió.

La Accademia dei Lincei, que posee la copia del volumen que perteneció al Cesi y que está adornado con notas botánicas, ha desarrollado, junto con el CNR, un portal dedicado al Tesoro Mexicano. Otros ejemplares se guardan en bibliotecas mexicanas (por ejemplo, Istituto Mora e Istituto de Biología de la UNAM en la Ciudad de México y Biblioteca Francisco de Burgoa en Oaxaca) y museos (por ejemplo, el Museo de Historia de la Medicina de la UNAM).

Este seminario es el primer evento conjunto italo-hispano-mexicano sobre el Tesoro con la participación de expertos de tres paises.