En el corazón de Lucía habita un dolor que no se puede aliviar: la muerte prematura de la hija mayor, Anna, que murió de leucemia. Mientras que el hermano adolescente de Anna, Gabriel, intenta llorar adoptando un estilo de vida imprudente, Lucía intenta sobrevivir dedicándose por completo al cuidado de los enfermos terminales en el hospicio donde trabaja como enfermera. Maestros involuntarios serán ellos quienes le muestren una posible forma de lidiar con su angustia.
Para el dios desconocido es una película completamente contracorriente y completamente ajena a cualquier moda, actualidad, contingencia, una obra hasta cierto punto atemporal. Además, la película se rodó -sobre las huellas de una inspiración ya dictada por Ermanno Olmi- en una clínica real para enfermos terminales que reciben cuidados paliativos. El resultado es una película intensa llena de un magnetismo subterráneo, de una verdadera fuerza vital, pero oscura, que captura por su efectividad. El cine sabe encontrar estas iluminaciones inmediatas, sabe restaurar la complejidad de un pensamiento, en este caso el diálogo omnipresente con el ya-no-estar estar, la desaparición definitiva la extinción.
Domingo 22 de agosto, 18:30 hrs., Sala 1, Cineteca Nuevo León “Alejandra Rangel Hinojosa”, Monterrey